
Se abre la información: Open Banking u Open Finance por una mayor competencia
Conocer, comparar y decidir será la regla; valor agregado y menores costos, la ventaja de las Sofomes
La Ley Fintech, que se promulgó en marzo de 2018, define el marco general para la implementación de un modelo de Banca Abierta (Open Banking) en el sistema financiero mexicano en el que, a diferencia de otros países, todas las instituciones financieras –alrededor de 2,200 entre ellas bancos, Sofomes y fintechs– están obligadas (por etapas, primero serán los Bancos) a abrir su información para contar con servicios más rápidos, eficientes y con menor costo, así como promover mayor competencia entre los intermediarios y ofrecer productos y servicios a la medida de los usuarios.
El modelo de Banca Abierta busca que la información pública, agregada y transaccional de las entidades financieras (bancarias y no bancarias), así como de los usuarios, pueda ser intercambiada con un enfoque incluyente, siempre y cuando el dueño de la información lo autorice.

La implementación de la Banca Abierta en México representa a la vez un reto tecnológico y de mentalidad, pero también de oportunidades para la industria y los consumidores al reducir la brecha de los bancarizados y los no bancarizados, y tener una mayor competencia entre todos los participantes del sistema financiero: los tradicionales y los nuevos.
El beneficio para los clientes es que con la información que compartan, podrán recibir recomendaciones sobre cómo pagar menos comisiones o conseguir mayores rendimientos, por ejemplo, acceder a mejores productos con un menor costo y más beneficios, además, podrán concentrar en un solo sistema información sobre cuentas bancarias, de ahorros, créditos y tarjetas de crédito. Para las instituciones financieras representa una oportunidad para ofrecer a los usuarios productos de mayor valor agregado, de acuerdo con las características específicas de cada cliente.

Open Banking presenta desafíos importantes en materia de la seguridad de los datos, específicamente, en torno a la protección de la información, lo que implica tener la capacidad para blindar los datos que intercambien las instituciones que formen parte del nuevo sistema para evitar usos indebidos de la información.
Para las Sofomes, la Banca Abierta es una gran oportunidad para aumentar su participación en el sistema financiero y proporcionar un mejor servicio a un costo más bajo. Otras ventajas incluyen ser una figura que se encuentra en un punto intermedio entre ser un participante tradicional y uno nuevo del sistema financiero, lo que permite retomar lo mejor de los ámbitos operativo, tecnológico y de mitigación de riesgos en beneficio de los solicitantes de crédito.
Está documentado que más de la mitad de las Pymes en México reciben su primer crédito de parte de una SOFOM, lo que les ayuda a generar un historial crediticio, y con este, mejores condiciones y plazos, por lo que al compartir la información mediante la Banca Abierta las opciones de las Pymes para acceder a productos y servicios financieros se incrementarán y podrán comparar, por ejemplo, la oferta de las SOFOMes y evaluar su aportación en valores agregados como su capacidad de respuesta en el otorgamiento de crédito.
Sin duda la Banca Abierta tiene retos pero también ofrece grandes oportunidades a través de la democratización en el intercambio de la información para fomentar una mayor competencia. Los avances cualitativos y cuantitativos que han tenido las Sofomes permiten ver a la Banca Abierta como una posibilidad más de difundir las ventajas que le han permitido ser un participante importante en el financiamiento a personas morales y físicas a través de los productos de crédito Pymes (simple y revolvente); crédito agropecuario (avío y refaccionario); factoraje y arrendamiento; créditos personales, nómina y estudiantiles; así como microcrédito grupal e individual.
